Esta moda,que es permanente y llego para quedarse,nos obliga a "LOS RURALES" a ponernos las pilas.
Estar permanentemente conectados no es a lo que aspirábamos los que nos fuimos del mundanal ruido,pero cuando se vive de este negocio,la necesidad obliga.
Somos rústicos andamos por caminos, vivimos en la soledad del campo,pero no falta un teléfono de nueva generación y esa conexión que nos permiten estar al día y recibir la reservas al minuto.